Responsabilidades y justicia global
Sin duda alguna, cualquier individuo que tenga un mínimo de sentido moral desea vivir en una sociedad en donde impere la justicia. En un mundo crecientemente globalizado e interdependiente, en el que las políticas de un país afectan a personas muy lejanas de sus fronteras, el desafío consiste en encontrar consenso con respecto a qué es la justicia, cómo lograrla, y quién es responsable de qué en el camino hacia un mundo más justo.
Uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos filósofos, economistas, sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales e historiadores, entre otros, es comprender y cuestionar las justificaciones económicas y morales que subyacen a las políticas económicas globales propiciadas por el ideario neoliberal, así como proponer alternativas viables a los modelos dominantes. Científicos sociales de todo signo se interrogan acerca de las políticas de austeridad que los gobiernos de una buena parte del mundo intentan imponer a sus ciudadanos, desmantelando el Estado de bienestar y beneficiando a las grandes corporaciones mediante privatizaciones de los servicios públicos, exenciones de impuestos a los más ricos, etc.
Las políticas que benefician a una minoría de individuos adinerados a costa del bienestar de la mayoría de la población no se restringen al ámbito nacional. Una creciente desigualdad también amenaza la esfera internacional, en donde las estructuras económicas internacionales protegen a los ricos y perpetúan la pobreza. El mundo en su conjunto nunca ha sido tan próspero y al mismo tiempo tan desigual como en el momento presente.
Este número 13 de DILEMATA pone el acento en estas injusticias desde varios puntos de vista, aunque con ello no se pretende agotar, ni mucho menos, el debate. Quedan abiertas las puertas para cualquier nueva aportación que pretenda denunciar, corregir, encarar o mejorar alguna de las cuestiones aquí expuestas.
La sección de debate de este número se compone de ocho artículos. En el primer artículo, Iñigo de Miguel reflexiona sobre el consumo como una herramienta de poder que los ciudadanos del mundo podemos utilizar para recuperar el control de una economía que se resiste al control político tradicional. Jorge Urdánoz analiza nuevas formas de participación y defiende el valor de la representación como la forma de participación política más igualitaria. Aldo Mascareño explora el caso de la lex mercatoria y argumenta que la justicia global y la justicia sectorial se alinean a través de principios limitativos y constituyentes de la justicia sectorial. Daniel Loewe examina y critica cuatro principios de asignación de costes de políticas ambientales para hacer frente al cambio climático, avanzando una propuesta basada en los principios de “quien contamina, paga” y “quien se beneficia, paga”. Sergio García Magariño pone en cuestión la pretendida imparcialidad del funcionamiento del sistema de seguridad colectiva de la ONU, analizando dieciocho casos de violencia política de la segunda mitad del siglo XX. En su segundo artículo en este número, Iñigo de Miguel se pregunta quién fue el responsable de la reciente tragedia del edificio Rana Plaza en Bangladesh. A continuación Jesús Javier Alemán examina dos propuestas concretas de inversión socialmente responsable para contribuir como ciudadanos a un sistema económico más democrático y más justo. La sección sobre justicia y responsabilidades globales se cierra con un artículo de Thomas Pogge y Mitu Sengupta que incide en las necesarias reformas institucionales para hacer realmente efectivos los objetivos que habrán de sustituir a partir del 2015 a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El debate concluye con una extensa entrevista a Thomas Pogge, Profesor Leitner de Filosofía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Yale. En ella, Pogge habla, entre otras cosas, sobre las estructuras internacionales que perpetúan la pobreza, los deberes negativos que tenemos los ciudadanos de países desarrollados de no contribuir a la injusticia, y el rol de la filosofía en la lucha contra la pobreza y la injusticia.
El número se completa con artículos sobre el discurso del odio, la ética de la gestión de residuos, la discapacidad desde la perspectiva del reconocimiento recíproco y la reflexión ética sobre la demografía y el anti-natalismo, además de una reseña sobre el debate entre Gary Francione y Robert Garner sobre los derechos de los animales.
Cerramos con tres importantes documentos de ética aplicada: ODISEAS, sobre bioética, reanimación cardiopulmonar y donación de órganos en asistolia; ASAP, Academics Stand Against Poverty; y la Declaración Internacional de Águilas sobre bioética, derechos humanos y diversidad funcional.
Txetxu Ausín (CSIC), Director
Carissa Véliz (CUNY) y Jesús Javier Alemán (UPNA),
Editores invitados para este número