Reflexiones sobre la Conferencia de Cancún de 2010
Resumen
Necesitamos urgentemente un acuerdo global y amplio sobre cambio climático que disponga sobre adecuación medioambiental, equidad y justicia tanto en lo relativo a la adaptación como a la mitigación. Sin embargo, los obstáculos para conseguirlo siguen siendo muy considerables y la satisfacción de dichos criterios éticos superó el ámbito de lo posible en la Conferencia de Cancún de 2010, incluso para quienes lucharon por ello. En estas circunstancias, no deja de ser impresionante tanto lo que se ha conseguido como la restauración de la derivahacia un eventual acuerdo tras el fracaso de la Conferencia de Copenhague en 2009. Si lo evaluamos de acuerdo a criterios éticos relevantes, la Cumbre de Cancún fue muy deficiente y algunos de los participantes en la misma merecen desaprobación moral. No obstante, aquellos participantes que fueron con el propósito de conseguir un acuerdo satisfactorio ecológicamente y también en términos de justicia distributiva, no tendrían por qué recriminarse nada a si mismos. Particularmente en cuanto han restaurado la esperanza de lograr más progresos en la Conferencia de Durban en 2011, o donde fuere, en el futuro inmediato.
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Cómo citar
Attfield, R. (2011). Reflexiones sobre la Conferencia de Cancún de 2010. Dilemata, (6), 47–51. Recuperado a partir de https://dilemata.net/revista/index.php/dilemata/article/view/91
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Debate
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