Los legos somos los pacientes. Pero hay pacientes y pacientes. Si me preguntasen cuál es el ejemplo de paciente más paciente que conozco, la respuesta sería inmediata: Jean-Do, el protagonista de La escafandra y la mariposa, una fascinante película de Julian Schnabel (2007) basada en hechos reales. Para quien no conozca su historia, tiene una excelente oportunidad de hacerlo gracias a un reciente artículo del Dr. Eduardo Clavé, médico internista del Hospital Donostia y compañero en su Comité de Ética Asistencial, del que ha sido presidente durante muchos años.
Anteriormente revistas de medicina y de bioética han publicado algunas reseñas de esta película, señalando que el libro en que se basa es una “obra maestra por su franca descripción de la naturaleza humana; de cómo se hunde en el dolor y el sufrimiento, pero también de cómo florece al recibir la más nimia expresión de amabilidad y amor”; y confirmando que se ha convertido en un clásico en muchos programas de humanidades médicas en todo el mundo. Pero que yo sepa, este artículo de Clavé es el primer comentario extenso de la película, y puede bajarse gratis aquí.