Por Lourdes Domínguez Carrascoso
El pasado 14 de diciembre (año 2012) Francisco Javier Álvarez Lires defendió en la Universidad de Valladolid una tesis excelente titulada “Psicología, género y educación en la elección de estudios de ingeniería”. La directora es Carmen García Colmenares. Tuve la doble suerte de estar entre las miembras del tribunal por lo que puedo nombrar a la máxima autoridad en este evento totalmente en femenino. Y digo doble suerte, que podría nombrarse múltiple, porque además de haber conseguido un documento, la memoria de la tesis, donde se recoge el trabajo de muchos años sobre la ingeniería y el género, tema que está muy poco desarrollado por ser la ingeniería un reducto muy resistente a dejarse estudiar, conocí personalmente a la directora. Y esto es lo que quiero comentar brevemente aquí.
Carmen nos acompañó a cenar la víspera de la lectura, muestra de cortesía que se suele hacer con las personas que han viajado para formar parte del tribunal de tesis, y fue esa noche cuando tuve la oportunidad de hablar un poco, tan sólo un poco, pero de saber mucho sobre su trabajo. Los detalles de su vida profesional se pueden encontrar en la red y merecen la pena rastrearse porque hay una sabiduría profunda en sus búsquedas y en los motivos por los que ha investigado tanto sobre la coeducación, las pioneras, las mujeres del primer tercio del siglo XX. Un compromiso desde el corazón, no una mera y burda racionalidad de números y estadísticas que es en lo que quieren convertir la lucha feminista, tal vez lo único que no pueden destrozar de ella, los porcentajes, lo que mejor cuadra con el patriarcado cuadriculado.
“Me he jubilado ya”, nos dijo. La tesis era uno de esos trabajos que quedan pendientes, de esas puertas que aún no se han cerrado. Se jubilaba con cierta tristeza por el estado de la coeducación en estos momentos, por el espíritu de sus alumnas y alumnos. “Esto está muy atascado. Después de tanto esfuerzo y parece que no avanzamos”. Me contó que todo esto de Bolonia ya lo habían propuesto y aplicado en el año 1931, que el papel de las maestras de aquella década fue importantísimo para el estado de analfabetismo que tenía el país, cómo represaliaron a muchas maestras después de la guerra y que algunas fueron exiliadas al País Vasco. “Eso que ganasteis”, decía. Mi mente me llevó a Lezo, el pueblo en el que mi madre tuvo una maestra de la que habló toda su vida, una maestra que le marcó un espíritu de igualdad que intentó enseñarnos en casa. “Aquella señorita era una maestra moderna, cuánto aprendimos con ella. Se teñía el pelo y se pintaba los labios, era muy guapa, y teníamos la clase llena de plantas y de sol”. No recuerdo el nombre, que mi madre sí solía repetir, pero sí recuerdo que aquella maestra me despertó el deseo de ser como ella, la importancia del referente.
De vuelta al hotel, en la fría noche de Palencia, hablamos de ética. Volví a repetir algo que digo siempre “es que el feminismo es una postura ética ante una situación injusta”. Pues claro, no tenía ninguna duda. Así fue como salió el tema de la página Dilemata. Casualmente la había descubierto hacía un par de días y le había gustado, me dijo, la voy a seguir. “Pues voy a hablar de ti en ella”. El contacto y el trabajo de Carmen García Colmenares es de esos que te hace bien. Por eso lo quiero compartir aquí.
Carmen García Colmenares ha sido Profesora Titular de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Escuela Universitaria de Educación de Palencia. Tiene muchos méritos académicos, políticos y sociales, como el de ser fundadora de la Cátedra de Género de la Universidad de Valladolid. Pero el gran mérito que está sobre todos ellos es el de su integridad en su compromiso.
http://www.educandoenigualdad.com/spip.php?auteur16
http://canalugr.es/ciencia-y-ensayo/item/52576-la-ugr-edita-un-libro-sobre-las-primeras-psic%C3%B3l
Comentarios
De maestras y sus lecciones.
Gracias Lourdes por este homenaje a la profesora García Colmenares. Una primera generación de pioneras en estudios de género e investigaciones feministas se están empezando a jubilar en España. María Ángeles Durán, Célia Amorós,... Les debemos mucho y debemos activar la política del reconocimiento hacia ellas.
