¿Cual es el objetivo del curso?

Principalmente, que los participantes reflexionen sobre las conductas en la carretera y que vean los riesgos asociados a ellas o no.

En el coloquio con el que se ha comenzado el curso, ha salido varias veces el tema de la educación emocional.¿De qué modo la entendemos en la seguridad vial?

Principalmente se vincula a cambios actitudinales sobre el ámbito en que se ejercen. El control sobre las propias emociones. Un ejemplo muy claro que hemos comentado en el curso, es cómo cuando chocamos con alguien por la calle nos disculpamos. Sin embargo, si nos ocurre lo mismo con el coche, nuestra reacción es completamente diferente.

Quizás a la hora de abordar la educación vial, se tiende a vincularla exclusivamente al individuo que conduce, su responsabilidad con el entorno, su conducta, etc. Pero también es importante hablar de otros niveles, como por ejemplo la conciencia empresarial.

Desde luego, a la hora de hablar del ámbito educativo no hay un sólo agente educativo. Precisamente, una de nuestras alumnas procede de la empresa siderúrgica y se le valora que esté en este curso de seguridad vial. En ese sentido, es muy positivo que la empresa se involucre de un modo positivo.

¿Cómo valoras la cultura mediática de la seguridad vial? Y en concreto, ¿la siniestralidad en los telediarios?

En general, en el ámbito de la publicidad, se vende el disfrute y no el riesgo. Por ejemplo, se tiende a ofrecer en los anuncios de vehículos, su facilidad de conducción, su atractivo, comodidad, etc. Por así decirlo, la parte lúdica del automóvil y del conducir. Otra cosa son las noticias que anuncian la siniestralidad y el número de víctimas mortales por accidente de tráfico. Su repetición constante hace que nos lleguemos a acostumbrar, nos hacemos inmunes y no pensamos que podemos tener un accidente hasta que nos pasa.

Acercándonos a ejemplos concretos y su relación con la educación vial, ¿qué función tienen los radares que no son anunciados? Parece que sólo tienen una utilidad sancionadora, pero no de modificar la conducta vial.

En ese ámbito es dudoso considerar que se esté educando con los radares, las sanciones, limitaciones, etc. ¿Eso educa? Fomentan conductas que se tienden a no repetir por ensayo – error, pero ¿realmente se desarrollan las actitudes el conductor? No sabemos si es un aprendizaje, probablemente no.

¿Qué medidas fomentarían la educación vial? ¿Su inclusión en las escuelas?

La LOE ya incorpora el objetivo, pero lo que me preguntaría es ¿qué se hace realmente para alcanzar el objetivo? Una cosa es reformar y otra ofrecer los procedimientos necesarios para que se cumpla la reforma.

¿Qué implica para ti la educación vial?

Principalmente dos nociones: continuidad y multiplicidad de agentes. La continuidad implica que la educación no puede ser algo que ocurra en un momento determinado y nada más. Ha de ser algo continuo, porque los sujetos cambian, el entorno cambia, todo cambia y hay que aprender continuamente cómo manejarnos de un modo viable. En cuanto a la multiplicidad de agentes, son muchos los que intervienen en el ámbito educativo. Desde la familia, a los agentes de policía, sanitarios, asociaciones, etc.

Para finalizar, ¿qué tipo de investigaciones de género se están llevando en seguridad vial?

Los estudios que se están llevando acabo, no son tanto respecto al análisis de conductas desglosadas por sexo, sino más bien a la vivencia de experiencias y el tipo de actitudes que se presentan en la conducción. Culturalmente se hace necesario cambiar los roles de género asociados a los cuerpos sexuados, y en este ámbito también.

María José Miranda Suárez

La inseguridad vial. Un problema múltiple.
CA Asturias. Gijón.