En este vídeo podéis ver un resumen de la idea de la que Felber se ha hecho portavoz:
http://www.attac.tv/2011/10/2345
Suena demasiado utópico, desde luego. Dudo que el "afán de lucro" y la "competitividad" se puedan eliminar del sistema económico y social tan fácilmente.
Pero tiene algunas cosas que me gustan:
La idea de desarrollar un sistema más o menos objetivo de medición de la contribución al bien común de una empresa. Este sistema, por lo que se ve en el vídeo, se basa en la idea de "stakeholder" (ir viendo cómo las acciones de la empresa impactan en cada grupo de interés, y establecer criterios cuantificables o al menos evaluables. Es decir, es una idea coherente con lo que se viene haciendo en Responsabilidad social. Tiene el problema de especificar quién decide qué tipo de impacto es mejor o peor para el bien común. Porque habría que medir incluso a qué se dedica la empresa. Es decir, la medida incorpora inevitablemente una idea de la sociedad y del ser humano, algo en lo que hay que admitir que nuestra sociedad es plural.
La idea de limitar la propiedad privada y la herencia. Este es un tema que hay que plantear a la luz de los estudios de Wilkinson y Pickett (que otro día comento) sobre la desigualdad y el bienestar social. Desde luego las desigualdades espectaculares e injustificadas de salarios no pueden mantenerse. Las tremendas diferencias de renta quizá no se puedan suprimir sin violar mucho la libertad individual. Pero los límites a la libertad de salarios se pueden implantar en empresas (por ley o voluntariamente) sin ese efecto. En todo caso, esta idea está en línea con la reinvención de las empresas de Post, Preston y Sachs, que es una de las claves de la Responsabilidad empresarial y la gestión de stakeholders. En este punto la responsabilidad empresarial requiere una modificación de la legislación mercantil y quizá una modificación constitucional, para definir la propiedad y el objeto social de las empresas de un modo que impida los fraudes y abusos actuales y favorezca la justicia.
La idea de que la medición de la contribución al bien común se traduzca en un elemento visible para los consumidores es esencial para que éstos "voten" a tales empresas. Y es la idea detrás de las certificaciones actuales de RSE, por ejemplo.
Y por último, la idea de que ésto ha de ser un movimiento político también es correcta, por razones de coherencia. Si se trata sólo de una iniciativa de algunas empresas, produciría un efecto muy limitado y en absoluto sería un cambio del sistema. Es decir, o la idea se generaliza e institucionaliza, o se irá desdibujando y quedará en algo marginal.
La gran duda es si todo esto no está basado en puro "wishful thinking". Como objetivo institucional es impecable, pero si requiere que todos, o una gran mayoría, dejemos de ser egoístas ¿sería posible?