El pasado 21 de mayo fueron detenidas en Austria 25 personas pertenecientes a los movimientos de defensa de los animales no humanos. Se les ha acusado, absurdamente de todos los delitos cometidos hasta la fecha por el movimiento pro derechos animales. En el momento en el que escribo esto llevan ya ahora un mes en prisión preventiva. Uno de ellos, Martin Balluch líder de la VGT (Asociación contra las Industrias de Animales) austriaca, muy influyente en este país, lleva desde entonces en huelga de hambre.
Independientemente de que se asuman o no las posiciones defendidas por Balluch y la VGT, un caso así clama al cielo. Yo mismo, sin ir más lejos, no comparto muchos de sus planteamientos (ellos sostienen que los activistas pro derechos animales no debe preocuparse por ganarse al público general sino que lo que hay que hacer es dificultar la oferta de productos animales abriendo una confrontación con las empresas ganaderas y presionando a los gobiernos; mi punto de vista es justo el contrario). Pero todo esto es, en estos momentos, lo de menos. Lo más relevante que hay que apuntar aquí es lo inaceptable de estas acciones represivas arbitrarias.
De hecho, me interesaría resaltar que lo que parece es que la existencia de acciones ilegales contra la propiedad sea casi requerida, en realidad, se diría que deseada, para tener excusas para llevar a cabo acciones contra organizaciones que actúan pacíficamente, conforme a los principios de la desobediencia civil.
A continuación reproduzco los dos comunicados hechos públicos hasta el momento por Balluch. En ellos se explica en detalle qué es lo que ha venido sucediendo en Austria.
1º comunicado:
Viena, 9 de Junio de 2008
El miércoles 21 de mayo, mi vida iba a cambiar drásticamente. Habíamos preparado una nueva campaña sobre un cambio constitucional en relación con los animales, que habría sido sometido a votación en el Parlamento a principios de julio. La campaña iba a ser lanzada al día siguiente. Para esta campaña habíamos conseguido unificar a todo el movimiento en Austria para tirar de la misma cuerda. Como muchos de vosotros, que me conocéis, ya sabéis, éste es uno de mis principales objetivos, unificar el movimiento para redoblar nuestra fuerza.
Pero la campaña no iba a empezar. En las primeras horas de la mañana del miércoles, la policía lanzó el ataque más violento jamás realizado en la historia de Austria contra un movimiento de justicia social y contra una ONG. Cientos de oficiales de policía armados forzaron las puertas de 21 hogares distintos, de 6 oficinas distintas de nuestra ONG y de nuestro almacén de materiales para demostraciones. La policía arrestó e interrogó a 25 personas. Desde entonces, 10 personas fueron puestas en prisión preventiva, una de ellas soy yo.
Para "capturarme", la policía no sólo irrumpió en mi hogar, sino también en casa de dos de mis hermanos y en la de mi novia.
Oficiales vestidos de negro y enmascarados entraron al asalto rompiendo la puerta y empuñando armas, hacia nuestros dormitorios. Me apuntaron con sus armas a la cabeza y me sacaron desnudo de mi cama. Mi hermano fue empujado contra la pared y fue encañonado con un arma en el cuello.
Una de las 10 personas que la policía pretendía detener no se encontraba en su casa. De modo que les telefoneó, y ¿sabéis que? Con toda confianza, acudió a la comisaría sin sospechar nada malo. Hasta el día de hoy, 19 días más tarde, todavía se está pudriendo en una celda, sin saber porqué. Por cierto, él es el director de campañas de una organización de bienestar animal muy conocida, "Four Paws", que posee oficinas en 6 ciudades diferentes.
Tras habernos arrestado, registraron nuestros hogares, incluidos los de mis hermanos, que no están involucrados en el movimiento de derechos de los animales. La policía principalmente se apoderó de los ordenadores, pero también de folletos, libros, vídeos y teléfonos móviles.
Podríais llegar a pensar que esta amplia operación policial era la reacción del Estado ante un elevado nivel de actividad criminal relacionada con los derechos animales. Pero no, el hecho es que la actividad del ALF en Austria es de una escala muy muy inferior al resto de países que poseen un amplio movimiento de derechos de los animales.
También podríais llegar a pensar que la policía debía tener información de que estaban a punto de producirse peligrosos ataques del ALF, o de que descubrirían bombas incendiarias o material terrorista. Pero una vez más, os equivocáis. No poseían dicha información, ni siquiera buscaron ese tipo de material. Sólo estaban interesados en ordenadores, libros y vídeos, es decir, en cosas que pueden desvelar algo sobre la actitud de las personas arrestadas. Este caso trata de eso: de la actitud de las personas, no de crímenes específicos.
Si la policía tuviese alguna prueba contra alguno de los detenidos en relación con crímenes que supuestamente hubieran cometido, ya lo hubieran comunicado. Pero las órdenes de arresto dicen algo distinto. Fuimos arrestados por "formar una gran organización criminal con una estructura jerárquica como una empresa". Y los crímenes que supuestamente ha cometido esta organización bajo el nombre de ALF, es ¡TODOS Y CADA UNO de los crímenes relacionados con los derechos de los animales que se han producido en toda la historia de Austria! Esto parece un chiste, pero no lo es. Cada uno de los crímenes relacionados con los derechos de los animales que se han producido, cada cerradura sellada, cada neumático pinchado, cada escaparate roto y así sucesivamente, pero también - aunque no te lo creas - cada altercado, cada demostración casera y cada investigación clandestina sin aspectos criminales, sobre cualquier tema imaginable, desde la vivisección hasta las pieles, la ganadería industrial, los circos, todo, se supone que ha sido realizado por nuestra organización criminal.
Podríais esperar que si la policía y la fiscalía sospechasen que has cometido crímenes atroces, irían a verte tras tu detención para interrogarte. Pero otra vez os equivocáis. Desde que me han puesto en una celda en prisión preventiva, jamás ha venido nadie a preguntarme nada relacionado con el caso. Mi abogado ha exigido ver las pruebas policiales, y hasta la fecha hemos visto unas 2500 páginas. Y en todas esas páginas, se analizan al estilo legal algunos de los crímenes relacionados con los derechos de los animales de los últimos 2 años, incluso un candado que fue colocado en una puerta fue investigado en busca de restos de ADN. Y no se encontraron pruebas contra ninguno de los 10 detenidos. Además, la policía ha pinchado nuestros teléfonos, nos ha tenido bajo vigilancia, puso cámaras apuntando a nuestras puertas, han infiltrado a hombres en nuestros grupos y han leído todos nuestros correos electrónicos. ¡Durante 2 años! Y aún así, no han hallado ninguna prueba. De modo que empezaron la enorme operación policial, buscando desesperadamente algo para acusarnos de ello, aunque fuese de fraude fiscal.
Mi detención y prisión preventiva está "justificada" por lo siguiente. Existe alguna aunque comparativamente pequeña actividad criminal relacionada con los derechos de los animales. Por consiguiente, debe haber una gran organización jerárquica dirigida como una empresa, que es la responsable de ello. Además, puesto que he estado activo en el movimiento durante décadas, puesto que tengo contactos internacionales y puesto que soy una persona influyente en el movimiento y he participado en múltiples campañas, debo ser el cabecilla de esta organización. Punto y final. Ya está. Esas son las pruebas. ¿Podéis creerlo? Yo no lo consigo, pero con todo lo que he visto, parece ser la realidad.
¿Cómo es posible que yo esté en prisión preventiva bajo una "sospecha" tan absurda? Buena pregunta. Durante 2 semanas no recibí ninguna razón por la cual había sido arrestado. Después pude ver las "pruebas" y fui llevado ante una jueza el pasado viernes 6 de junio. El fiscal leyó la lista de todos los crímenes relacionados con los derechos de los animales y las acciones no criminales de los últimos 11 años, lo cual le llevó un buen rato. Después afirmó que soy sospechoso de dirigir una organización criminal, que es la responsable de todos ellos. Entonces mi abogado dijo que no había pruebas. En ese momento quise prestar declaración, pero la jueza no me permitió hacerlo. Ella simplemente dictó un veredicto ya preparado, que decía que tenía que permanecer en prisión preventiva durante otras 4 semanas, y que entonces ella volvería a considerar mi caso de nuevo. Y eso mismo hizo con los 10 detenidos, incluyendo al director de campañas de Four Paws International.
De modo que, ¿qué hay detrás de todo esto? Yo pienso que detrás de todo esto está el ataque más fundamental sobre el movimiento de derechos de los animales que jamás se ha producido en la historia de nuestro movimiento a nivel mundial. Dejadme que me explique. Hace unos 11 años, nos embarcamos en un nuevo tipo de activismo en Austria. Utilizábamos la clásica táctica de campaña de base con labores informativas y acciones de desobediencia civil para pedir reformas legales. Y de hecho teníamos mucho éxito. Primero, conseguimos prohibir las granjas peleteras, después los circos de animales salvajes, después las jaulas en batería y la vivisección sobre primates, y por último la cría de conejos en jaulas. Estos logros provocaron una gran preocupación en ciertos grupos sociales de poder. Tras conseguir la prohibición de las jaulas en batería para gallinas en 2004, empezamos a notar una creciente cantidad de represión policial. El departamento antiterrorista de la policía empezó a vigilarnos y a difamarnos emitiendo comunicados como que sospechaban de nosotros por actividad criminal. Además, la policía restringió más que nunca nuestro derecho a protestar. Entonces el Ministro del Interior nos calificó públicamente como un grupo violento. Nosotros intentamos demandarle por ello, pero resultó que gozaba de inmunidad legal por ser ministro. Pero él llegó a admitir ante el Parlamento al ser preguntado que su acusación estaba basada en suposiciones erróneas. Nosotros le llamamos mentiroso públicamente, pero, de forma bastante reveladora, no reaccionó.
O eso es lo que creíamos. Casi al mismo tiempo se creó una unidad especial de la policía y empezó una importante operación de vigilancia sobre nosotros, es decir, sobre diversos grupos de derechos de los animales, ONGs e individuos. El resto ya lo conocéis.
Puesto que, tras años de vigilancia intensiva, la policía no pudo hallar pruebas de ningún acto criminal, tuvieron que comparecer con la sospecha de un delito que no necesita pruebas concretas. Para ello utilizaron una ley recientemente introducida contra los grupos terroristas y la mafia. Esta ley dice que es ilegal formar una gran organización (es decir, más de 10 personas), que sea jerárquica y dirigida de forma similar a una empresa, que intente influenciar en la política o la economía, y que emplee para dicho objetivo al menos ocasionalmente actos criminales. Puesto que nosotros realizamos campañas para influir en la política y la economía, y puesto que existe algún tipo de actividad criminal relacionada con los derechos de los animales, aunque no esté relacionada con nosotros, a un nivel muy bajo y sin ser de gravedad pero aún así existe, la fiscalía está utilizando dicha ley ahora - por primera vez en la historia contra una ONG. Y no lo olvidéis: entre esos "crímenes" relatados por la fiscalía se incluye pegar carteles, altercados, bloqueos e investigaciones clandestinas en el interior de granjas ganaderas. Este es un acontecimiento muy preocupante. La policía está empleando una ley antiterrorista contra el activismo político legítimo y no criminal. Amnistía Internacional ha expresado su preocupación. Un parlamentario del Partido Verde me ha visitado en prisión y los Verdes han planteado preguntas críticas al Ministro del Interior en el Parlamento. Pero él ha rehusado hacer declaraciones. En su lugar, el fiscal ha emitido un comunicado a los medios diciendo que somos sospechosos de cometer incendios premeditados y "ataques con gases", para difamarnos.
Este es un juicio político, un ataque a gran escala sobre las campañas reformistas legales y legítimas, que tuvieron éxito. Por favor protestad contra esos criminales, que están detrás de este ataque sobre nosotros, y que probablemente están muy arriba en el gobierno.
Yo apoyo esta protesta tanto como me es posible. Inmediatamente después de mi detención, me puse en huelga de hambre. Aparte de antes de mi vista en el juzgado para poder asistir, no he comido desde entonces. Estoy en el día 19 hoy. He estado en el hospital de la cárcel durante la última semana, tengo la visión borrosa y perdí el conocimiento en una ocasión. Me han dicho que pronto empezarán a darme alimentación forzosa.
Necesito vuestra ayuda. Cuento con vosotros. Gracias por todo el apoyo que nos habéis prestado ya. Por favor, confiad en que realmente no hay pruebas en absoluto contra mí de actividad criminal. No las hay ahora, ni las habrá jamás.
Dr. Martin Balluch
Hospital de la cárcel de Viena, Austria
2º comunicado:
Viena, 16 de Junio de 2008
Increíble pero cierto: Hoy llevo exactamente tres semanas siendo prisionero de un Juicio de Estado, y no sólo siendo inocente, si no que ni siquiera con ningún tipo de sospecha hacia mí.
El viernes pasado fue la primera vez que una jueza trató mi caso. Estaba absolutamente seguro que tras la audiencia sería liberado, pero tristemente, mi confianza en nuestro sistema legal era infundada. La jueza de mi audiencia sólo se había informado por parte de la Acusación Pública y llegó a la audiencia con la decisión ya tomada de alargar la prisión preventiva hasta el periodo máximo de cuatro semanas más. De acuerdo con un nuevo párrafo de la Ley §176 (4) yo tenía el derecho de réplica ante esta decisión y dirigirme al tribunal en la audiencia. Sin embargo, cuando empecé a hablar, estaba claro que la jueza no estaba escuchando y tras decir unas pocas palabras, me ordenó que parase de hablar. Como resultado de este proceder ilícito, me volvieron a poner bajo custodia preventiva.
¿Cómo es posible semejante trato en un Estado de Derecho? La Acusación Pública echó mano de este argumento: En Austria existe cierta actividad criminal relacionada con los derechos de los animales, de esto no cabe duda. Sin embargo, sucede lo mismo en todos los países a lo largo y ancho del mundo en donde a la gente le importa el bienestar de los animales. La cantidad de sufrimiento y la frustración por no poder hacer nada ante ello lleva a algunos a cometer actos surgidos de la desesperación. Sin embargo, es precisamente porque organizaciones tales como la VGT y otras han conseguido tantas reformas aquí que Austria tiene un muy bajo nivel de actividad criminal relacionada con los derechos de los animales, en comparación con los niveles internacionales. Y esto, incluso cuando la Acusación Pública incluye en su listado actos ilegales algunos como filmaciones (nota: filmaciones, no daños a la propiedad) en granjas factoría de cerdos y la liberación faisanes destinados a ser disparados en actividades de caza.
La VGT y yo somos bien conocidos y muy activos en Austria en lo referente a bienestar animal. El Servicio de Acusación Pública dice ahora que por lo tanto, yo y la VGT debemos tener algo que ver con las actividades criminales relacionadas con los derechos de los animales en Austria. Pero, sorprendentemente, además de esto el Servicio de Acusación Pública tiene la opinión de que existe la sospecha de que yo, como líder imaginario de una organización criminal, ¡soy responsable de TODAS las actividades criminales relacionadas con los derechos de los animales que hayan tenido lugar a lo largo de toda la historia de Austria! Sí, oísteis bien: Sin excepción, cualquier acto ilícito relacionado con los derechos de los animales en Austria ha sido cometido a través de mí. Y para poder establecer esta "sospecha", el Servicio de Acusación Pública dice que debo permanecer en prisión preventiva.
Por otro lado están los archivos policiales que documentan como yo y la VGT han estado bajo vigilancia policial durante años; mi móvil fue pinchado, todos mis e-mails fueron leídos y he sido vigilado continuamente. Que los resultados de estos enormes esfuerzos no hayan dado la mínima sospecha para conectarme con cualquier acto punible debería colocarme fuera de cualquier sospecha. Así sería si las cosas se estuviesen haciendo según la ley, pero de alguna manera parece que las aquí nada se está haciendo según la ley.
Es por esta razón por la que estoy en huelga de hambre desde hace tres semanas. Un tiempo muy largo sin comer nada. Pero hay muchos ejemplos históricos de gente que consiguieron exponer la brutalidad de la violencia de estado mediante huelgas de hambre. En el día trece de la huelga fui trasladado al hospital de la prisión. Dos días después me resultaba imposible levantarme de la cama. En el día dieciséis perdí el conocimiento y me desmayé. En el día diecisiete comí un poco para poder asistir a mi audiencia. Quería hacer mi alegato en el tribunal y necesitaba una mente despejada para hacerlo. Pero desde aquella noche reanudé la huelga de hambre. Estoy de nuevo en el hospital de la prisión y puedo sentir cómo me abandonan las fuerzas. He perdido 20 kilos y estoy tomando medicamentos para los calambres en el estómago y los músculos. Siento como si estuviera entre algodones. Pero estoy recibiendo tantos apoyos desde fuera: el Profesor Doctorado Klaus Petrus de la Universidad de Berna en Suiza y el Profesor Doctorado Peter Singer de la Universidad de Princeton en los EEUU han dejado claro a las autoridades que soy cualquier cosa menos un criminal. He escrito libros sobre la defensa de los animales en colaboración con ambos Profesores. En dichos libros he resaltado lo importante que resulta conseguir buenas leyes de bienestar animal y que cualquier tipo de acto criminal es contraproductivo. Mis palabra literales en uno de esos libros son: " Ningún tipo de guerra de guerrillas llevado a cabo por el Frente de Liberación Animal podría haber dañado tanto la industria de las granjas batería como lo hace la nueva ley austriaca. Espero que el tipo de campañas llevadas a cabo por la gente del movimiento no estén determinadas por lo que resulta "guay" y te hace sentir mejor, si no, en vez de eso, por lo que es más efectivo a la hora de conseguir derechos para los animales. Una ley prohibiendo la totalidad de la industria es de lejos más efectiva que cualquier otra cosa que el movimiento pudiese hacer".
Amnistía Internacional ha publicado un comunicado público criticando el proceder de las autoridades austriacas con respecto a mi caso. Esta es la primera vez que la ley §278ª StGB, introducida en 2002 y destinada a abordar el problema del terrorismo y los grupos mafiosos ha sido usada contra una ONG y contra el activismo social, aunque la ley no estaba destinada para este uso. Amnistía Internacional también ha criticado la manera completamente inapropiada en la que la policía llevó a cabo los registros en los hogares, y que el requisamiento del equipo de oficina de la ONG ha hecho imposible seguir con el trabajo legal de la asociación.
Merece la pena mencionar que el Servicio de Acusación Pública está ofreciendo a ciertos medios de comunicación información obviamente incorrecta para justificar sus actos y a la vez perjudicar mi imagen pública y la de la VGT. Este es también un comportamiento profundamente cuestionable y está dirigido a conseguir lo que en realidad está sucediendo aquí: intentar silenciar y dañar a una de las organizaciones de defensa animal más exitosas. El periódico inglés "The Guardian", por ejemplo, era consciente de esto cuando en un artículo publicado el 5 de Junio llamó la atención sobre la conexión entre esta acción policial y el importante papel que yo y la VGT hemos jugado en conseguir reformas para el bienestar animal que se cuentan entre las mejores del mundo.
¿Qué pasará a continuación? No lo sé. Pero os hago un llamamiento para que continuéis mostrando vuestra solidaridad. Estoy convencido que esto no nos llevará a un juicio y ni siquiera se impondrán cargos concretos. Ahora nuestra tarea conjunta es conseguir que nos liberen de la prisión preventiva. Cuando hayamos conseguido eso podremos empezar a reparar el daño que se ha hecho a la VGT y conseguir que sea la efectiva y exitosa asociación que era antes de este acto indiscriminado de violencia de estado.
Dr. Martin Balluch
Hospital de la cárcel de Viena, Austria
Aquí tenéis una columna publicada sobre el asunto en "The Guardian": http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2008/jun/05/animalwelfare.austria
Fuente: http://www.vgt.at/presse/news/2008/news20080613_2_en.php