En el análisis de la cuestión de la consideración moral de los animales no humanos el concepto de “especismo” juega un rol central. Podemos definir este, de modo algo técnico, como la consideración desventajosa injustificada de quienes no pertenecen a una determinada especie. En otro post comentaré algo más sobre la definición de este término. Por el momento, aquí voy a hacer sólo algún comentario referente a su expresión lingüística.

El término inglés ‘speciesism’ fue acuñado en 1970 por Richard Ryder. El primer libro en el que fue utilizado fue la obra múltiple Animals, Men and Morals: An Inquiry into the Maltreatment of Non-Humans (Taplinger, New York, 1971), editada por Rosalind Godlovitch, Stanley Godlovitch y John Harris. La obra que más lo difundió, con todo, fue Animal Liberation: A New Ethics for Our Treatment of Animals (New York Review/Random House, New York, 1975 –con una segunda edición revisada de 1990–), de Peter Singer (a mediados de los setenta también Stephen Clark, Andrew Linzey y el propio Ryder publicaron otros libros sobre la cuestión).

Animals, Men and Morals no fue nunca traducido al castellano (como tantas otras obras sobre el tema). Animal Liberation fue editado en 1985 por la editorial Cuzamil en México D. F. (En los ochenta también circuló una versión impresa en Caracas sin ISBN, y, posteriormente, Trotta publicó en Madrid, en 1999 la segunda edición de este libro). Con todo, el primer trabajo en el que el término ‘speciesism’ fue traducido e impreso en castellano no fue ninguno de estos. Ni lo fue tampoco la traducción de otra obra de Singer, Practical Ethics (Cambridge University Press, Cambridge, 1979), publicada por Ariel en Barcelona en 1984 (en la que era traducido, de forma muy poco arriesgada, como ‘prejuicio de especie’). El término fue usado en castellano con anterioridad; si no me equivoco, la primera vez que apareció puesto en tinta fue en el Diccionario de Filosofía de José Ferrater Mora. Lo fue en la sexta edición de esta obra, esto es, la de 1979, publicada en Madrid por Alianza. De hecho, en el Diccionario, Ferrater dedica una entrada a este término, que puede consultarse en las páginas 1007–8. Este es el motivo por el que he empezado el año con este post; para apuntar que hacemos ahora tres décadas del uso de este término, al menos en negro sobre blanco, en el mundo de habla hispana. 

 

Comentarios


Ferrater Mora y el especieísmo

Miércoles, 14 Enero 2009 19:00
Antonio Casado da Rocha

 

Pues qué interesante. Acabo de comprobar en mi edición del FM (la 9ª) que la entrada sigue figurando, pero como "especieísmo" (no especismo).

 

Al margen de la terminología, FM define el especismo como la actitud según la cual la especie humana posee "derechos que las demás especies no tienen". Hasta ahí le sigo. Pero luego afirma que "los especieístas niegan los derechos de los animales" y ahí ya me pierdo. Uno podría ser especista, digo yo, manteniendo que los animales deben poseer ciertos derechos y los animales humanos algunos más.

O sea, que puede haber variedades de especismo más y menos compatibles con la consideración moral de los animales no humanos, e incluso con la bondad moral de ciertas prácticas para con ellos. ¿O no?

 

El especismo como discriminación injustificada

Jueves, 15 Enero 2009 12:48
Mikel Torres Aldave

A mi modo de ver, la clave del problema se encuentra en la relevancia e idoneidad del criterio empleado para establecer qué seres son merecedores de consideración moral (o derechos) y en qué medida lo son.

Me parece importante resaltar que el concepto se define, en este caso, como “la consideración desventajosa injustificada de quienes no pertenecen a una determinada especie”. Habitualmente, la “discriminación” (utilizo este término en sustitución de “consideración” porque creo que puede servir para clarificar algo el problema y me parece equivalente en este contexto) adquiere un carácter peyorativo, pero sabemos que no tiene por qué ser así (pensemos en las distintas justificaciones del trato o consideración desigual entre humanos, la “discriminación positiva”). Si nos atenemos a la definición, la consideración desventajosa justificada de quienes no pertenecen a una determinada especie no sería especista.

Lo que ciertos autores favorables a la consideración moral de los animales reprochan al cristianismo, Descartes, Kant o Rawls (por citar cuatro ejemplos paradigmáticos) no es que reivindiquen una consideración moral diferente para animales y humanos, sino que lo hagan partiendo de criterios irrelevantes y/o inadecuados. Efectivamente, la posesión de un alma inmortal, la capacidad lingüística, la autonomía o agencia moral y la capacidad de acordar unos principios que regulen la sociedad son criterios irrelevantes desde el punto de vista de algunos defensores de los derechos de los animales.

La práctica totalidad de los autores que se muestran favorables a la consideración moral directa de los animales, defienden también que la consideración moral y los derechos de animales y humanos deben ser diferentes. La diferencia se encuentra en que los criterios que emplean para establecer esta distinción son relevantes y adecuados, por ejemplo: los diferentes grados de consciencia en un autor como Peter Singer o las diferentes capacidades de cada especie en una autora como Martha Nussbaum. Por supuesto, esto no evita que otros autores (por ejemplo Gary Francione) consideren estos criterios como irrelevantes e inadecuados también, tildando a estas propuestas de especistas.

En resumen: una teoría será especista solamente si los criterios que emplea para establecer la diferencia de consideración moral y/o derechos entre animales y humanos son irrelevantes, inadecuados o ambas cosas a la vez. Qué criterios son relevantes y adecuados para establecer esa distinción es uno de los problemas centrales en ética animalista.

Finalmente, no estoy seguro de que puedan establecerse distinciones importantes entre variedades de especismo. Si bien es cierto que hay distintas variedades de especismo, no tengo nada claro que unas sean mejores que otras. Me parece que el concepto de especismo no admite gradaciones: una teoría o es especista o no lo es. ¿Es mejor una teoría que defiende la ganadería industrial que una que defiende la ganadería tradicional? ¿Es mejor una teoría que defiende los derechos humanos y los derechos de los grandes simios que una que defiende exclusivamente los derechos humanos?

 

El concepto de especismo, algunos comentarios más

Domingo, 25 Enero 2009 14:31
Óscar Horta

Gracias, Antonio y Mikel, por vuestros comentarios.

Sobre la definición que da Ferrater, pues sí, Antonio, lo cierto es que esta no es muy exacta. Por dos motivos. En primer lugar, porque el especismo puede favorecer a grupos distintos del de los humanos (que pueden incluir a los humanos o no). Por ejemplo, puede favorecerse de forma especista a los simios o a los perros. En segundo lugar, por su trato de la cuestión en términos puramente de una ética de derechos.

Por otra parte, es cierto que se puede defender el especismo y defender que los animales desfavorecidos merecen no obstante una cierta consideración (aunque menor que la recibida por quienes son favorecidos). Sobre esto Mikel ha escrito:

 "no estoy seguro de que puedan establecerse distinciones importantes entre variedades de especismo."

Estoy básicamente de acuerdo. Bueno, yo diría, directamente, que no existen variedades de especismo en lo que respecta a gradaciones. Creo que, por una parte, podemos distinguir entre posiciones especistas simples (aquellas que sostendrían que el único criterio para la consideracicón moral sería uno que distinguiría a quienes pertenecen a una cierta especie de los demás entes) y posiciones especistas combinadas, que combinarían tal criterio con otros. Podemos, entonces, decir, parafraseando a Antonio, que hay posiciones especistas más y menos compatibles con la consideración moral de los animales no humanos (dependiendo de con qué otros criterios se combinen). En lo que toca a la evaluación de estas, diría que dado que el especismo carece de justificación, también carecerían de ella las posiciones combinadas que lo acepten como premisa, al menos en tanto que lo hagan. Sólo podemos distinguir entre distintos tipos de especismo en otro sentido distinto: en lo que toca a las especies cuyos miembros son favorecidos o desfavorecidos. Así, una posición especista puede desfavorecer a quienes no son humanos, otra a quienes no son mamíferos, otra a quienes no son, por ejemplo, palomas, etc.

También concuerdo con Mikel en que la consideración desventajosa justificada de quienes no pertenecen a una determinada especie no sería especista, y que la cuestión radica en comprobar qué criterios están justificados.

En el próximo post voy a escribir algo sobre la voz 'especismo' en contraposición a alternativas como la de 'especieísmo' que utiliza Ferrater. Os comento ya que a la hora de ponderar cuál usar, una búsqueda en internet muestra que el primero es una forma considerablemente más extendida.