Me ha llegado, a través del Foro de Vida independiente y Libertad este enlace: es una intervención de José Antonio Marina, defendiendo a ultranza la neurociencia. Reproduzco aquí la pregunta del presentador: ¿ A ver si váis a ser los filósofos los que más traicionáis a la filosofía? y creo secundar lo que dice la Socióloga Cristina Miret http://www.8tv.cat/8aldia/videos/juan-antonio-marina-hem-daprendre-a-aplicar-la-neurologia-a-lescola-i-no-nomes-a-la-medicina/
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las servidumbres del desarrollo de los potenciales
Del reconocimiento a la auto realización (una forma de auto reconocimiento), y de esta al buen gobierno de las creencias y pasiones, algo parecido a la bautizada inteligencia ejecutiva. De esta manera la filosofía queda reducida a un tratado de las buenas costumbres morales y/o fisiológicas. Una versión pedagógica de la carrera capacitista por el reconocimiento.Está bien buscar maneras de potenciar las capacidades de cada uno, ahí están y luego ya se verá si apetece utilizarlas o es necesario ¿o es que es obligatorio desarrollar todo nuestro supuesto potencial? ¿Cometeríamos una grave falta ética al hacerlo? ¿Ante quién?La filosofía puede ser muchas cosas, pero en la idea que me hago habitualmente de ella, debe siempre contener algo así como distancia crítica, todo un arte que incluye la habilidad para, en ocasiones, guardar distancia incluso de la distancia crítica, en un juego de espejos sin fin.¿Dónde está la distancia crítica aquí?
