Verdad, desinformación y verificación: retos epistémicos y morales
Más allá —o más acá— de la mentira:
la desinformación y los desafíos del debate público
El acceso a la información veraz y fiable es requisito indispensable del ejercicio de la ciudadanía y del correcto funcionamiento institucional. Durante la última década la manipulación de la información ha demostrado ser capaz de condicionar los resultados electorales, favorecer intereses comerciales, proporcionar réditos económicos y obstaculizar la labor de instituciones como la Organización Mundial de la Salud durante la pandemia de la COVID19.
El uso estratégico de la información no es ciertamente novedoso, como la difusión intencionada de falsedades y bulos para desacreditar a adversarios, lo que se conoce como desinformación ha existido siempre. Pero la difuminación de los criterios de verdad y mentira, anegar la esfera pública con información irrelevante (ruido informacional, palabrería, bullshit o infodemia) es un fenómeno específico de nuestro tiempo. El hecho de que la verdad y la objetividad se vean desplazadas por la doxa en el debate público y la contaminación emocional informen la toma de decisiones individual y colectiva hace que la posverdad sea un fenómeno específicamente contemporáneo.
El monográfico que les presentamos en esta ocasión, coordinado por Astrid Wagner y Sara Degli-Sposti, está estructurado en cinco secciones y, como señalan las propias editoras en su introducción, “pone de relieve la necesidad de abarcar el tema de la verificación de noticias dentro del más amplio problema epistémico-filosófico del concepto de verdad”.
La primera de las secciones, titulada “Habitar la sociedad digital. Consideraciones fundamentales y diagnóstico de problemas”, está encabezada por un artículo de la propia Astrid Wagner y es un parte meteorológico de las inclemencias epistémicas que rodean al ciudadano de la modernidad. La segunda sección aborda el impacto de la distorsión deliberada en la deliberación pública, y recoge artículos sobre propaganda, populismos y debate público. La indiferencia, cuando no el desprecio manifiesto por la evidencia objetiva son el núcleo de la tercera sección “Negacionismo, conspiranoia y obstruccionismo”. La cuarta sección se ocupa de la función consolidadora de los prejuicios machistas de la desinformación, y en lugares tan distantes como España, Grecia o Corea del Sur. La sección V se ocupa de las nuevas formas de la doxa el uso de las emociones en la distorsión de la información.
En la sección de artículos libres tenemos el texto de Jonathan Piedra, de la Universidad Nacional de Costa Rica, en cuyo artículo “Descolonizando la ‘Ética de la Inteligencia Artificial’” defiende la aproximación del Sumak Kawsay para la evaluación de la inteligencia artificial.
En la sección de reseñas, publicamos tres interesantes aportaciones. En primer lugar, Víctor Páramo nos habla de “Morir o no morir. Un dilema moderno”, el libro de Jordi Ibáñez. En segundo lugar, el libro de Javier Romero: “Pensar y sentir una naturaleza que cambia: hacia una ecofilosofía sin fronteras” es comentado por Adrián González. Finalmente, Joaquín Berriel comparte con nosotros una revisión del libro de Ian Hacking titulado “Historical Meta-Epistemology”.
El número finaliza con una entrevista a tres voces entre Magis Iglesias, periodista parlamentaria, Diego Garrocho, profesor de filosofía política y ética en la Universidad Autónoma de Madrid, Y Pablo Hernández Escayola, de la agencia de verificación maldita.es.
Melania Moscoso
Instituto de Filosofía CSIC